Natalia Jimenez
Natalia Jiménez, la ex integrante de La Quinta Estación y quien fuera jurado en el reality La Voz, lleva 20 años en la escena musical, ha hecho duetos con grandes intérpretes como Marc Anthony, Ricky Martín y Juan Gabriel, por mencionar algunos, y ha actuado y ganado en los Grammy Latino, sin embargo su sensibilidad sigue a flor de piel, así como su capacidad de asombro. Así lo evidenció frente a su público seguidor el pasado viernes 24 en el Movistar Arena de Bogotá durante su concierto Antología Tour 20 años, donde con lágrimas agradeció la respuesta de sus seguidores que corearon sus canciones. “No me lo puedo creer” “Bogotá eres fuerte” fueron algunas de las frases que la intérprete pronunció al ver un público que la ovacionó de principio a fin durante las más de dos horas que duró su presentación.
Pero no fue un show habitual, fue un paseo cómodo y divertido, lleno de ritmo, luces y cadencia, por distintos ritmos, dejando claro que su voz no tiene límites, aunque sin duda también se dejó al descubierto su enamoramiento por el mariachi y la música regional mexicana.
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Natalia Jiménez lo entregó todo en escena
En su concierto no faltaron los éxitos de La Quinta Estación, como tampoco sus temas en solitario o los duetos de icónicas canciones, que ha grabado.
Natalia no sólo cantó, lloró de emoción y charló con su público como si fuera un recital íntimo, también hubo tiempo para confesiones.
La artista admitió que el año pasado cuando concibieron la idea de tocar en el país tuvo dudas de la respuesta del público, pero todas ellas quedaron disipadas la noche de viernes.
Natalia también demostró que su palabra es tan poderosa como su voz. Tal y como lo prometió a María Nelfi, una de las concursantes de La voz senior, la invitó a tarima y juntas cantaron Amor eterno.
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También le cumplió a María Lis, concursante de La Voz Kids, con quien cerró el show interpretó El Rey.
Una noche llena de emociones para el público y para la artista española radicada en México, que cree en los sueños, que no hace caso a las palabras que destruyen sus sueños, como lo expresa en la canción Creo en mí, que por supuesto interpretó. Una velada inolvidable.